martes, 24 de julio de 2012

La Escritura en Ambientes Significativos: El Aprendizaje por Proyectos


“Escribir es una actividad de tipo social, comunicativo,
 inserta en un entorno cultural que le da sentido” (Camps, 1997)
La autora Ana Camps, hace énfasis en el origen social de la lengua escrita, que surge de las interacciones con el contexto y en el cual se relacionan aspectos cognitivos, sociales y a su vez afectivos.  Podría decir, partiendo de la cita que  las concepciones que poseemos los docentes a nivel educativo frente a la composición escrita, marcan la diferencia en torno al objetivo que se deseamos alcanzar con los estudiantes. ¿Se capacita al niño para realizar trazos grafo-motores y copiar modelos o se forman escritores capaces de organizar sus ideas  y a través del discurso transmitir a su interlocutor su pensamiento?  “La concepción de la escritura como copia inhibe la verdadera escritura” (Ferreiro, 1979).  En ocasiones, continuamos encontrando en las aulas situaciones donde la enseñanza de la lengua,  tiende a convertirse en un gran cúmulo de contenidos temáticos centrados en la reproducción  y que se alejan  de las experiencias significativas que podrían enriquecer el desempeño escritural de los niños.


De acuerdo a lo anterior,  el objetivo es formar escritores en ambientes significativos “aprender a escribir es aprender a usar la lengua de forma adecuada a la situación y al contexto,  esta capacidad no puede  desarrollarse con el estudio de formas lingüísticas alejadas de su uso en los contextos reales de producción” (Camps, 1997).  Debido a lo anterior, los invito a reflexionar en el uso de estrategias didácticas que empleamos en nuestra aula de clases al acompañar a  nuestros estudiantes en el desarrollo de competencias escriturales.
 Para ello,  retomaré varias de las experiencias  que he tenido la oportunidad de vivir con niños  en etapa de preescolar y primer ciclo de educación a través de la aplicación de la metodología por proyectos de aula. 
 “Cuéntame que te cuento la independencia”, fue un proyecto dirigido por mí con estudiantes de primer grado, nuestro eje central  fue el bicentenario de la independencia colombiana en el cual se generaron situaciones reales donde los aprendices, partiendo de la investigación tuvieron un encuentro directo  con diferentes tipos de narraciones relatos, fábulas y cuentos, ampliaron su vocabulario semántico al conocer la terminología de la época, vivieron experiencias de acuerdo con sus intereses y motivaciones que los llevaron a ampliar sus conocimientos y a apropiarse de un discurso que les permitió acercarse a la escritura de una forma genuina. El resultado se evidenció en la argumentación que mostraron los niños al presentar con propiedad los  tópicos trabajados desde la investigación, fueron recursivos e hicieron uso de varias clases de textos al consignar sus experiencias en el diario de campo y al describir o narrar sus conclusiones como producto de la actividad realizada.



Cabe resaltar, que la metodología empleada en la situación anterior “Metodología por proyectos”, permitió integrar diversos tipos de conocimientos y cumplió con sus fines ya que se  vinculó la escuela con el mundo de la vida colombiana y se  generaron  situaciones reales de comunicación, donde leer y escribir se convirtieron en una necesidad y no en una imposición.


 Otro aspecto que se puede resaltar teniendo como referencia la labor realizada con los estudiantes de primer grado en torno al bicentenario, es el rol desempeñado por mi como  docente, ya que debido a la metodología empleada dejé  de ser el ente facilitador del conocimiento o aquel que desde la planeación  programaba la actividad a realizar para convertirme  en motivadora y modeladora  de la experiencia. Los estudiantes eligieron los tipos de textos a investigar, la forma de presentar los resultados de su indagación y poco a poco se dio un acercamiento a los tópicos contemplados en el programa del área de lengua castellana.  Es de esta manera, como “el profesor no es únicamente el organizador de la tarea, el que sabe e imparte los conocimientos y el que evalúa su adquisición, sino que sus funciones le acercan a los procesos,  tanto al de la escritura, al convertirse en lector crítico de los textos de los alumnos, como al de la enseñanza y aprendizaje a través de las acciones de regulación que se dan a lo largo de él” (Camps, 1997).


El desafío a nivel escolar consiste entonces, en propiciar situaciones  reales a través de las cuales los niños puedan crear mundos posibles, por eso, al igual que la lectura, la escritura no puede reducirse a contenidos programáticos en los grados específicamente de transición y primero de básica primaria, la escritura emerge del interior y en ella convergen aspectos discursivos, emocionales y no solamente grafo-motores. Para transmitir y hacer que los niños descubran el uso de la escritura se les deben facilitar experiencias que cobren vida dentro y fuera del ambiente escolar de esta manera se podría en gran sentido educar para la expresión, para la comunicación, para pensar y escribir sobre  las diversas situaciones del mundo a las cuales el estudiante diariamente se enfrenta.



BIBLIOGRAFÍA


CAMPS, A. (1997): “Escribir. La enseñanza y el aprendizaje de la composición escrita”. Signos, 20,  24-33.


FERREIRO, E y TEBEROSKY, A. (1979): “Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño”. México: Siglo XXI.



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