martes, 7 de junio de 2011

Monstruo contra el que luchar

Me agobia sentir ese monstruo que transforma cada segundo en pasado y que colma de ansias mi ser frente aquel destino que no se puede prever.

Él, es un engendro voraz producto de la mortalidad, que se alimenta de mis acciones y las convierte en evocaciones para luego consumirlas a su antojo.

Se materializa a mi alrededor recordándome con sus múltiples formas que persigue mis pasos con su andar devastador. Es omnipresente, ensordecedor, convencional, caprichoso, abstracto y también abrumador.

Logra llevarme de un extremo a otro, buscando absorberme, precipitarme y angustiarme. Otras veces, quiere sosegarme y con precisión absoluta enseñarme que debo esperar sin desesperar.

Anhelo escapar de su sombra en días como hoy al percibirlo mimetizado en mi existir, persiguiéndome desde que renace la aurora, hasta que al caer el ocaso vigilante mi sueño controla.

Autor del mes: Anthony Browne

Anthony Browne nació en Sheffield, Inglaterra, el 11 de septiembre de 1946.
Su primer trabajo independiente lo realiza como diseñador de postales para niños, trabajo que le da autonomía económica y asimismo, con la ayuda inestimable de su 'patrón' Gordon Fraser, se convierte en una plataforma real para pensar y realizar sus primeros libros." (1)
Through the Magic Mirror es el nombre de su primer libro, publicado en 1976 por Hamish Hamilton. Así seguirá editando otros libros más hasta alcanzar su primer gran éxito, Gorila (2), con el que consigue varios premios importantes: Emill/Kurt Maschler Award, Kate Greenaway Medal, New York Times Illustrated Book y Boston Globe Award Honour Book. El libro cuenta la historia de una niña a quien su padre, siempre ocupado, no le prestaba mucha atención. Una noche, su pequeño gorila de peluche cobra vida y se convierte en un auténtico gorila que la lleva a un paseo inolvidable.

(1)Pello Añorga y Nerea Alzola. 14 autores : Literatura Infantil. Eskoriatza (Gipuzkoa), Mondragon Unibertsitatea, 1998.
(2)Browne, Anthony. Gorila. México, Fondo de Cultura Económica, 1991. Colección Los especiales de la orilla del viento.
Biografía tomada de: http://www.imaginaria.com.ar/00/2/browne.htm

Trailer libro: Willy el timido de Anthony Browne

Derechos del Lector

Para animar a leer lo primero que hay que dejar claro es que tenemos el derecho de leer a nuestro entero gusto. Además, también queda claro que para leer bien a los clásicos y disfrutarlos plenamente, antes hay que leer muchas otras cosas más sencillas que nos vayan abriendo el apetito y la mente. Así, más tarde, ya formados como lectores con criterio, nos darán rabia las lecturas apresuradas y superficiales, nos sublevaremos ante los textos mal escritos y no permitiremos que nos engañen con mala literatura, con historias planas y huecas que no nos aportan nada significativo, ni siquiera auténtica y gozosa satisfacción.




Derechos del Lector

1) El derecho a no leer.
2) El derecho a saltarnos páginas.
3) El derecho a no terminar un libro.
4) El derecho a releer.
5) El derecho a leer cualquier cosa.
6) El derecho al bovarismo.
7) El derecho a leer en cualquier sitio.
8) El derecho a hojear.
9) El derecho a leer en voz alta.
10) El derecho a callarnos.
 
Tomado de: Daniel Pennac (1992). Como una novela. Barcelona: Anagrama, 1993. Traducción de Joaquín Jordà.
Bovarismo: Enfermedad de transmisión textual. (Término alusivo a Madame Bovary, la protagonista de la novela homónima de Flaubert, lectora compulsiva y apasionada de novelas románticas.)







sábado, 4 de junio de 2011

Bendecida Por Mi Llamamiento

Por: Judith Castillo Martelo
Artículo publicado en la revista Liahona julio 2010


“El Señor la ha llamado a servir como presidenta de nuestra Primaria”, me dijo el presidente de rama. Sólo había pasado un año desde que salí de la clase de las Laureles y dos desde que me bauticé en la Iglesia. No lo podía creer.
“No tengo la paciencia necesaria para enseñar a los niños”, le dije.
“¿Cree que su llamamiento viene de Dios?”, me preguntó. “Cuando Él nos llama, nos prepara y capacita” 1 .
Sus palabras me llenaron de confianza y supe inmediatamente que el Señor me necesitaba en la Primaria. No tenía ni idea de cómo cumplir con mi nuevo llamamiento, pero sabía que Él me guiaría.
Deseaba hacer mi trabajo lo mejor posible, pero unos meses más tarde le diagnosticaron cáncer a mi madre. Además de eso, yo estudiaba ingeniería de sistemas y me resultaba difícil cumplir con todas mis responsabilidades en el hogar, en la universidad y en la Primaria. Mi ánimo comenzó a flaquear, y un domingo en una reunión dominical se desbordó el vaso y no pude contener las lágrimas.
Un miembro de mi barrio se dio cuenta y me dio un consejo maravilloso: “Judith, la mejor manera de superar las pruebas es perderse uno mismo en el Evangelio y en el servicio a los demás”, dijo. “Al hacerlo, verás cómo el Señor alivia tus cargas”.
Al seguir su alentador consejo, mi actitud cambió, se fortaleció mi fe y quedé llena de determinación de servir al Señor. Mis pruebas persistieron, pero me dediqué personalmente a mi llamamiento y siempre estaba deseando que llegara el domingo para ver a los niños; ellos me enseñaban algo cada semana al mostrarme su testimonio por medio de sus actos. A medida que pasaban los meses, vi cómo el Señor estaba moldeando mi carácter y cómo yo estaba cultivando dones y talentos que ignoraba que tenía.
Al año siguiente salí de Barranquilla, Colombia, para ir una semana a Bogotá con mi madre, que necesitaba quimioterapia. Durante aquel tiempo, oraba constantemente y me sentía cerca del Señor. Decidí cambiar de especialidad en mis estudios universitarios y, por medio de la inspiración, supe que el Señor deseaba que dedicara mi vida a enseñar a niños. Cuando regresé a la facultad, comencé a seguir estudios de educación académica especial.
Supe que el Padre Celestial me había dado el llamamiento en la Primaria para prepararme. Al prestar servicio, descubrí mi verdadera vocación y, a medida que he vivido el Evangelio y me he entregado al servicio, he sentido que me encontraba entre los brazos del Señor.
El testimonio que obtuve mientras servía en la presidencia de la Primaria y más tarde en la presidencia de la Primaria de estaca, me ha mantenido como miembro de la Iglesia; he aprendido a enseñar con amor, a mirar con los ojos de un niño y a recurrir al Señor para obtener guía e inspiración.
Todos los días, al enseñar en una escuela bilingüe de mi ciudad, pienso en los esfuerzos, los desafíos y las bendiciones de aquellos años. Los niños que asistían a la Primaria en aquella época son ahora adolescentes, pero sus ojos siguen brillando de amor por el Salvador y Su evangelio.
Sé que cuando el Seños nos llama, nos enseña y capacita, y coloca líderes en nuestro camino para ayudarnos a vivir este hermoso evangelio de Jesucristo.

Una oportunidad de crecer

President Dieter F. Uchtdorf
“Cada [llamamiento] nos ofrece la oportunidad de servir y de progresar. El Señor organizó la Iglesia de una manera que proporciona a cada miembro la oportunidad de servir, la cual, a su vez, conduce al crecimiento espiritual de la persona. Sin importar de qué llamamiento se trate, les insto a verlo como una oportunidad no sólo de fortalecer y bendecir a los demás, sino también de llegar a ser lo que nuestro Padre Celestial desea que lleguen a ser”.
Presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, “Impulsen desde donde estén”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 56.